domingo, 25 de mayo de 2008

el Escritor

Tengo una guitarra y una bicicleta, lo de mas esta de mas, tengo un hermano escritor, Julio es 3 años mas pequeño que yo, casi heredo los juguetes que usamos, crecimos juntos y nos soportabamos las tonterias. Todo fue dejarle ir al Salvador y se desato.... empezo a leer a leer, a pensar, a criticar... a escribir, esta es una declaracion de admiracion por esa claridad de vocacion, el Escritor nace, no se hace, se dedica a urgar la vida, a sacar esas imagenes, esas voces...
para Julio y Ana.

3 comentarios:

Julio Serrano Echeverría dijo...

la culpa es un poco suya, y otro poco del polux, por asustarme cuando era niño, porque yo los chillaba de cuanto ingenuo cagadal podían hacer (hay mis gordos, no se imaginaban las pequeñas vueltas que daría la vida y los 3 serech quemando las balsas, incendiando troya, y san salvador, y alcalá, y guate, y esos lugares tan correctos que se han ampollado ante nuestras inflamantes miradas. Sí, fijo, buenos patojos somos, y buenos pa los vergazos (aunque sea solo de boca), bueno ellos y buenos sus padres, todos culpables del mismo clan, medio campestre, medio machetero, medio cartier, Ah no conejo maligno, ah no polux cabrón, si esta party empezando está, empezar despacio, despacio despacito, lento, al suavitel, a deshacer el mundo, como si fuera tu champurrada (añoras!) en café.

Ana dijo...

Es algo inevitable...
Cuando uno empieza a leer a la par que a descubrir el mundo, en seguida une cabos, y se da cuenta de que todo está patas arriba. Y casi sin querer, ya está empezando a pensar, y poco después pasa a pensar críticas y opiniones, y aún un poco después, pasa a NECESITAR compartir con todo el mundo esa particular forma de ver la vida.

Lamentablemente, uno también se da cuenta de que la única forma de contarle a todo el mundo esa visión es por escrito... ¡Menudo trabajo si tuviéramos que ir puerta por puerta contándole a todo el mundo nuestra visión de la vida! ¡¡Nos habríamos convertido en Testigos de Jehova (pero sin Jehova), o en vulgares vendedores de enciclopedias (pero sin enciclopedias)!!

Poco después te das cuenta que escribir, en realidad, sólo sirve para el disfrute del propio escritor (a veces), y de unos cuantos lectores a su alrededor (con suerte). Pero... ¡hay, amigo! Pero entonces ya no hay vuelta atrás. Ya has cogido el vicio, y éste es mucho más difícil de dejar que el del adictivo chocolate, por ejemplo (creedme, lo digo por experiencia propia). Y ello se debe a que, a pesar de la plena consciencia de que, en realidad, escribir en muy pocas ocasiones sirve para algo; mientras estás escribiendo tienes la absoluta seguridad de que va a servir completamente para todo. Ahí radica el vicio: mientras dura el éxtasis de disfrutarlo, te produce una sensación tan placentera como la de cualquier droga. Tal vez ese sea el motivo de un comentario tan largo... Sí, lo confieso: tengo un problema, soy adicta a la escritura.

Así pues, terminaré este comentario así, tan repentinamente como empezó, aunque no sin antes darte las gracias, Toto, por tu entrada. Sigue escribiendo tu también, ¿ok?


"Era un escritor con una gran imaginación... Imaginaba que vendería todos sus libros."

Unknown dijo...

El escritor nace?, ser escritor es un hecho predeterminado? creo que uno se hace escritor en respuesta a las otras respuestas predeterminadas que nos han preparado nuestros padres y la sociedad.